Dañamos, perdonamos. Sufrimos, gozamos. Errores, correcciones. Alegrías, tristezas...
Parece que la Vida no es más que un sinfín de bucles sin final, que no dejan de abrirse y que nunca se cierran. Igual soy un idealista sin remisión, pero ¿por qué no intentamos romper ese círculo vicioso?
El hámster en su noria
miércoles, 8 de octubre de 2008 en 12:50
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
22 de octubre de 2008, 17:42
Tal vez no estamos preparados
Publicar un comentario