Una mesa preparada para un comensal.
Una película solo.
Fregar un plato para poder cenar.
Una discusión con la pared.
No esperar a nadie.
Un viaje sin hablar.
Una cama revuelta por una persona.
Una bolsa de basura por semana.
El gesto torcido
martes, 31 de marzo de 2009 en 10:06
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3 comentarios:
21 de abril de 2009, 18:47
Quina immensa solitud i amb poques línies una gran tristesa =(
28 de abril de 2009, 22:52
Y lo raro que se hace cocinar para uno solo?
3 de mayo de 2009, 21:33
Y tantos así...
me gusta como escribes.
gracias
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