Yo

He perdido mi alma, así que no es mucho lo que queda de mí. Mi ser más profundo está oculto bajo un montón de decisiones y circunstancias, que son las que forman lo que la gente identifica conmigo. Pero no soy yo. Yo estoy más adentro. Nadie se atrevió a entrar, ni yo a salir.

Ahora toda esa amalgama de elementos que no he podido controlar forman mi coraza, donde me escondo para que nadie me vea, ni me señale con el dedo, ni me haga daño. Pero es curioso que tampoco yo quiero verlos, ni señalarles con el dedo, y no quiero hacer daño a nadie.

Durante mucho tiempo he vivido protegido en una especie de burbuja emocional. Estaba a salvo, cómodo, dejando pasar el tiempo, no siendo yo. Me he dado cuenta que eso es lo mismo que estar muerto, sólo que realizando ciertas funciones biológicas y sociales. Pienso que el Infierno no es más que dejarse ir, no actuar, no tomar las riendas de tu vida, dando bandazos de un lado para otro sin poder controlar lo que te sucede.

¿Llamas y sufrimiento eterno? No, el verdadero Infierno es sobrevivir en lugar de vivir, no aprovechar la única oportunidad que tenemos sobre este mundo y dejarla pasar sin más.

Sirvan estas páginas como mi Purgatorio personal.

Quiero hacer lo que deseo.

Quiero recuperar mi alma.

1 comentarios:

Ligeia

7 de abril de 2008, 22:37

Me parece muy bueno este post y lo voy a leer cuando me de un bajón, es increible, es tan cierto. Que diferente es vivir de sobrevivir...

Gracias.