Domingo

Tradicionalmente el domingo es el día guay, el de descanso, el de salir a pasear, el de tomar el sol, el de levantarse tarde, el de hacer ejercicio, el de comer bien. Pero tambien es el día del futbol, los atascos, las tiendas cerradas, adolescentes vagando sin dirección, domingueros, el chandal y zapatillas, el periódico de 15 kg o el aperitivo en el bar.

Los recuerdos más placenteros que tengo de las mañanas de los domingos son los Via Crucis de recoger toda nuestra ropa desde la entrada hasta el dormitorio mientras recordabamos, con cada prenda, cómo había caído. Sin una palabra, sólo con una mirada, comprendíamos que los dos estábamos pensando en lo mismo, una ligera sonrisa pícara a modo de confirmación.

Recuerdo bocas que se buscan para devorarse, manos que no paran de moverse, susurros y gemidos, la respiración entrecortada, ahogada. Botones que saltan, cremalleras que se abren, el abrigo y la chaqueta caen, Ven aquí, caricias profundas, el pelo de mi cuello se eriza, Vamos, Todavía no, dos pasos más, abrimos una puerta de un empujón, nos apoyamos en otra pared, tapas mi boca con la tuya, te aprieto contra mí, jadeas, más prendas en el suelo, Cuidado, Sujétate, llegamos desnudos al dormitorio. El resto es una nube incierta de cuerpos en la penumbra, besos, sudor, arañazos, caricias, abrazos, entrega definitiva, pasión en el más puro sentido de la palabra.

El día siguiente el sol nos descubre abrazados el uno al otro. ¿Cómo será este domingo? Por lo menos el inicio ha sido perfecto.

4 comentarios:

Ligeia

5 de mayo de 2008, 16:45

Precioso retrato de un domingo cualquiera. Bonito Via Crucis ¡quién lo hiciera con esos recuerdos!

Importa mi nombre?

5 de mayo de 2008, 16:56

Estos son los buenos, los malos no son para publicarlos.

mas de mi que de... lirio

12 de mayo de 2008, 8:21

Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo

21 de mayo de 2008, 16:13

Buena bienvenida al domingo, espero que la despedida sea igual.

Un saludo, simplemente yo