Mi Rubicón particular

El 10 de enero del año 49 aC, Julio César cruzó al frente de sus escasas tropas el río Rubicón, que servía a Roma de frontera con la Galia, e iniciaba una guerra civil que acabaría con la antigua República. Cuando llegó al otro lado, se giró hacia sus tropas y les espetó la famosa frase "Alea iacta est" (la suerte está echada).

Desde entonces, las frases "La suerte está echada" y "Cruzar el Rubicón" se utilizan cuando se alcanza el punto de no retorno. Siempre queda más poético que "no hay vuelta atrás".

2 comentarios:

Anónimo

22 de mayo de 2008, 5:13

Seguro que no hay vuelta atrás??

algunas veces si, piensalo.

Un beso, simplemente yo

Importa mi nombre?

22 de mayo de 2008, 9:31

Ya no.
Un beso.